Carmen Lomana se siente más cercana al pueblo que Naty Abascal

Tras la imposibilidad de contar con Carmen Martínez-Bordiú, Sálvame contó con otra pija entre las más pijas, Carmen Lomana. Lo cierto es que ser una clasista, no quita que como personaje tenga gracia. Poco a poco se ha hecho un hueco entre los mujeres más exclusivas de nuestro país rivalizando con Isabel Presley y Naty Abascal en marcas, apariciones públicas y notoriedad.

Sin embargo, según quiso dar a entender Lomana, ella es diferente porque es rica, pero cercana a la gente de la calle y su vida dista mucho de Naty Abascal, con quien no se lleva demasiado bien, tal vez porque aparentemente ocupan el mismo espacio en la sociedad española. Carmen quiso darse a conocer al gran público confesando que no bebe alcohol, pero que de vez en cuando fuma un porro.

También habló con tristeza de la muerte de su marido hace 11 años en una accidente de tráfico cuando éste tenía cuarenta y nueve años. Además, ha dicho que su esposo tenía un año más que ella con lo cual usando unas matemáticas sencillas, Carmen tiene 59 años. Vestida con un modelo de Óscar de la Renta, ha obligado a Jorge Javier a ponerse esmoquin y no se le han caído los anillos al afirmar que también viste de Zara. Explicó el gran amor que le unía a Guillermo y como se conocieron en Londres haciendo un doctorado y se casaron al poco tiempo.

Su simpatía y espontaneidad han embobado a los colaboradores con palabras como: «No me gusta que me traten de encefalograma plano ni muchas mentiras que se han dicho: que mi marido tenía noventa años – tenía un año más que yo -que me colaba en las fiestas que me bajaron de un avión… Me parece que se hacen unos juicios de valor…»

En cuanto a sus declaraciones ostentosas en tiempos de crisis ha dicho:«Yo no pretendo ser políticamente correcta. A mí no me gusta tener armarios y como tengo una casa muy grande pues tengo una habitación para la ropa», ha añadido «Yo no voy de rica, eso se lo han inventado.» Carmen también ha exaltado su vena caritativa: «Yo doy y regalo mucha ropa y de vez en cuando la mando por ahí. No acumulo cosas. Por ejemplo, cuando vendí mi casa de San Sebastian la dejé con todo. Yo nunca he estado atada a nada material.»

Es muy abierta para algunos temas y reconoce llevarse muy bien con los travestis de su barrio. A uno le dejo un vestido para una comunión y otro le tiro un par de zapatos por el balcón porque se los habían quitado.»Son seres humanos que están trabajando», afirma.

Transcurridos más de una década de la muerte de su marido, Carmen ha reconocido que ha tenido parejas y asegura que nunca ha creido que traicionara a Guillermo. «Estaría encantado de verme feliz.» Lomana nunca ha sido madre, un aborto impidió que se quedara embarazada por eso este tema le toca muy de lleno y no está de acuerdo en que chicas de 16 años puedan abortar sin consentimiento paterno. Aboga por la adopción y se muestra totalmente en contra de esta práctica por su experiencia personal.

Asimismo, Lomana doró la pildora al emblema del espacio Belén Estaban, ahora convertida en portavoz de los espectadores, de la que dijo: «Tiene un corazon enorme y una humanidad que me emociona. Adora a su hija y me parece una barbaridad que alguien diga que se la quiere quitar por hablar de ella.»

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