Carmen Lomana: «Me gusta que me digan ordinarieces en la cama»
Carmen Lomana acudía al programa Sex* y etcétera de Telemadrid para contarle a Lorena Berdún cómo vive su sexualidad y qué le excita. Tras comentar que no entiende por qué «cuesta hablar» del tema «porque eso es pura vida» reconoció que “no pasa nada por ser virgen hasta los veinte: es mejor que ir de colchón en colchón desde los catorce”.
“La luz de velas es fundamental para hacer el amor. Otro truco: poner polvo de talco en la sabana bajera. Y me encanta hablar y que me hablen. Excita muchísimo hasta que te digan ordinarieces» proseguía. Del uso de los polvos de talco indicaba que «úsalos perfumados en la sábana bajera y, aparte de que resbalas un poco, te empapan. Es maravilloso. Te envuelven. Tampoco tienes que poner que salgas como una albóndiga, solo un poquito embadurnada”. Sin embargo comentó también otros aspectos fundamentales de su actividad.
“Cuando sabes si quieres a un hombre es cuando quieres dormir con él. La primera vez que haces el amor con alguien al que quieres y se queda a dormir contigo…, yo no pego ojo” indicaba. No dudó a la hora de comentar cómo afronta el tema con sus amistades. “Yo sí hablo de sexo con mis amigas pero no sé si sinceramente. Porque la cantidad de mujeres que hay muy frustradas, sobre todo en las generaciones pasadas… Y te pasas toda la vida con esa frustración cuando puede ser algo muy fácil de solucionar. Hay mujeres que se han pasado toda su vida matrimonial fingiendo”.
“Adoro la ropa interior y las sábanas de buena calidad. Es lo que te está acariciando por las noches. Yo creo que ese punto de sofisticación en la vida es muy importante. A mí me hace muy feliz cosas absurdas como ponerse un camisón de seda maravilloso, una cama acogedora… De repente, sacar un pie y que esté ideal porque me acabo de hacer la pedicura. Ese tipo de tonterías te hacen quererte y sentirte bien contigo misma. No hace falta ni que tengas pareja. En los periodos de mi vida en los que estoy sola me cuido exactamente igual. Hay que cuidarse primero para una misma” reconocía.
«Si estás ya muy motivada y muy excitada, te salen esas ordinarieces: la guarrería o el amor o lo que sea. No hay cosa más sensual y más erótica que una mujer que puede parecer muy fría, muy elegante, muy distante y que en la cama cambia. El hombre suele estar muy concentrando, pero tú le puedes decir: ‘Dime esto o dime cosas'» sentenciaba.
Vía | Telemadrid
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