La cantante Lily Allen, nueva imagen de Karl Lagerfeld
El caprichosos, diseñador y director creativo de la casa francesa Chanel, Karl Lagerfeld se ha quedado prendado con la polémica cantante inglesa Lily Allen. Tal ha sido su enamoramiento, que el francés confía plenamente en esta chica como imagen de su nueva campaña de bolsos otoño/invierno 2009/2010. Por supuesto, la joven ha aceptado y ya podemos ver las fotos.
Allen se ha convertido en fiel clienta de las creaciones del modisto, algo curioso, ya que a este diseñador no le gusta que mujeres con kilos de más luzcan sus modelos y como ya sabemos, la cantante fluctúa mucho de peso. Hace unas temporadas Lagerfeld hizo una colección para H&M y se rebotó cuando vio que sus modelos estaban en tallas que él consideraba grandes, una 44.
La chica mala del pop británica es la última integrante del selecto club de celebridades que se sientan en la front row del diseñador. Ahora Allen ha pasado de ser la enfant terrible de los tabloides británicos, a toda una it girl (chica de moda), «mala» y estilosa, que va de vacaciones con la supermodelo Kate Moss y a la que los fotógrafos y bloggers adora.
La artista es la imagen de una línea de bolsos informales, fáciles de llevar que se llaman Coco Cocoon. Supercaros, pero que parecen de saldo. Lagerfeld define a su nueva diva como divertida y refrescante y al considera, al igual que Coco Chanel, una mujer hecha a sí misma.
El propio diseñador fue el autor de las fotos. Allen aparece como una moderna Audrey Hepburn, tras unas gafas de sol de pasta y con una corona de diamantes, con una pose divertida, muñequeras estilo Lagerfeld y los nuevos bolsos de la línea, cuyo precio parte de 750 euros. Los que pueden hacerse con uno de ellos no podrán adquirirlos hasta el 3 de octubre.
Las fotos presentan a una Lily más sofisticada, y agresiva, estratégicamente despeinada, muy distinta a las imágenes frescas y coloridas que teníamos de la chica. Sin embargo, la cantante tiene claro que lo suyo es la música y no la moda. «No me siento cómoda posando, especialmente cuando trabajo con fotógrafos de moda, que están acostumbrados a tratar con modelos altas y delgadas». Triste reflexión.
Vía | ABC