Camille Cosby defiende a su marido en plena tormenta mediática

Camille Cosby defiende a su marido en plena tormenta mediática

Escrito por: dlopez    21 diciembre 2014    2 minutos

Camille Cosby es la esposa de Bill Cosby desde hace cincuenta y un años. La susodicha no ha dudado en defender a su marido en plena tormenta mediática por el escándalo de los abusos sexuales cometidos, presuntamente, por el actor. Su derecho a opinar hay que respetarlo, su opinión no tanto.

La susodicha ha indicado que tanto ella como su marido no están llevando demasiado bien todo esto, «todo el mundo tiene un límite» ha comentado. «El problema con Bill es que es muy confiado, a veces lleva las cosas demasiado lejos y la gente se puede hacer una idea equivocada» confesaba, ignoramos qué piensan de esta frase las veinticuatro mujeres que han denunciado las violaciones y abusos del actor.

Varios amigos de Camille han indicado que ella sigue «confiando en Bill» aunque «ella sabe de qué va todo esto, nunca ha atado en corto a su marido y nunca le ha prohibido ir a la mansión Playboy o salir, forma parte de este negocio». La historia de amor entre Camille y Bill sí que es digna de recordar. El sacerdote de su parroquia recuerda que la joven no se perdía nunca una misa dominical, «sólo lo hizo el día que se casó con Bill».

Cuando se casaron ella tenía dieciocho años y él veinticinco pero, aunque comediante, no era famoso. Guy Hanks, padre de la citada, indicaba en su momento que «no creo que Bill se atreva a serle infiel a mi hija porque ella le descubrirá y le dará con una sartén en la cabeza». Fue en 1966 cuando nuestra protagonista decidió hacerse cargo de las finanzas de la familia. Ella fue la que instó a Bill a que se buscara «algo» que generase dinero por si su faceta artística no iba por el buen camino.

Madre, esposa, confidente y buena persona son los calificativos recibidos por una mujer que quizás está sufriendo más de lo que se merece. Sed vosotros los que opinéis a este respecto.

Vía | Page Six

Imagen | Gtres

Comentarios cerrados