La boda de Belén Esteban, entre la detención de dos fotógrafos y el abandono de los invitados

La boda de Belén Esteban se convirtió ayer en una especie de Sálvame que llegó a durar unas 10 horas con el intermedio de las noticias de Pepe Ribagorda. Y menos mal que el compañero salió en pantalla porque llevábamos desde las dos de la tarde observando un desfile de personajes que ni en el Circo Ruso del extinto Ángel Cristo.

Primero se fueron a grabar con las cámaras a la peluquería. Luego a la puerta del hotel para captar la mejor imagen. Luego posaron en el puente que hay antes de entrar en la finca donde se celebró el banquete. Y poco a poco nos íbamos dando cuenta de que lo de la exclusiva de Belén iba en serio y que no íbamos a verla vestida de novia.

Diego Arrabal, que llegó al enlace en avioneta y que se puso hacer fotografías desde una grúa en la linde de la finca. Contaba cómo dos fotógrafos habían sido detenidos. Con más de 1200 fotografías, hoy en Viva la Vida dará a conocer todo tipo de imágenes.

De la ceremonia pues lo que marca el guión, todo muy bonito. Que Andrea Janeiro recalce que es quien por la educación materna nos parece bien. Tanto que la que le ha dado la educación lleva 20 años en televisión por haberla tenido con un torero. Si la hubiera tenido con el carnicero de su barrio no la conocería nadie.

No vamos a entrar en comentar los estilismos porque todas, a su forma, iban perfectas. Quizá Ylenia llevaba un aire a actriz porno de los 80 que no llegó a encajar con el resto del personal. Por lo demás, no estuvieron presentes Edmundo Arrocet, que acudió al sepelio de la madre de su hija en Chile, Toñi Moreno, que estaba enferma, y Toño Sanchís que, digan lo que digan, es el culpable de haber puesto a Belén donde está. Así las cosas, que sean felices y que coman perdices.

Vía | Telecinco

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