Belén Esteban, de princesa del pueblo a reina, carísima, de las velas
El arribismo es lo que tiene. De San Blas a Ubrique pasando por Telecinco y una se cree la reina del mambo. Su colección de velas está ya siendo criticada. El relato de Marc Florensa a Jaleos de El Español confirma que nos encontramos ante otra operación comercial que ya veremos en qué termina.
Las velas se iban a lanzar al mercado en Navidad, pero estaban retenidas en la aduana (es decir, es un producto importado que había que revisar por algún motivo que no se especifica). La sesión de fotos se hizo en noviembre y es ahora cuando se ponen a la venta.
Tras la ciencia ficción que usa el arriba indicado para describir las virtudes de su producto («el director del hotel donde se hicieron las fotos nos dije que olían muy bien y desde 100 metros»), han llegado los comentarios de los clientes potenciales al respecto y son demoledores.
Las velas cuestan entre 35 y 39 euros, una pasada, pero, como indica el antedicho, la táctica es enganchar a los clientes de mayor poder adquisitivo para luego lanzar productos para la clase media. Sus palabras son lo suficientemente elocuentes tanto sobre lo que van a lanzar en un futuro próximo, como sobre lo que piensa de los seguidores de Belén.
Ya veremos qué sucede con unas velas aromáticas que están destinadas a convertirse en el elemento decorativo favorito de muchas personas…que lo puedan pagar. La princesa del pueblo más snob apuesta por lo más caro para darles la espalda a sus seguidores. Cosas veredes, amigo Sancho.
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