Belén Esteban se considera una persona afortunada

Belén Esteban no para de hablar sobre la presunta estafa de Toño Sanchís, pero ella cree que está contenida y que no dice nada, excepto cuando encienden su mecha y sus compañeros hacen que hable. Reconocía que sus abogados la habían llamado para advertirle que estaba contando demasiado y así lo hacía saber ayer en «Sálvame diario». «Por favor, cállate ya», explicaba que le dijeron y enfatizaba que ella va a hablar, pero que todavía no ha llegado el momento. Además contestaba a Alessandro Lequio y le decía que se considera una persona afortunada.

«Es que me está perjudicando. Yo no tengo miedo a las entrevistas, yo tengo miedo a lo que me va a venir después con los medios de comunicación», apuntaba. «Estoy fatal, Paz, que todos los días salgo», confesaba. «Vale ya de mi hermano, vale ya, yo nunca he defraudado a nadie y si he defraudado, he pedido perdón«, contaba.

Contaba que no puede más y que ahora le viene lo peor y se acordaba de las palabras de Alessandro Lecquio al que no quería contestar, pero lo hacía y le explicaba que ella no ha vivido desgracias, sino una vida que ha elegido vivir o que le ha tocado vivir. «A lo mejor antes sí me sentía una desgraciada, pero ahora sería mala persona si dijera soy desgraciada«, enfatizaba.

Se preguntaba por qué es mala madre y respondía que si era porque hablaba del padre de su hija. «He defendido los intereses de mi hija como he creído, a veces bien y a veces mal», contaba. «Yo nunca le he dicho nada. Han salido en las revistas (sus hijos) y al revés, le ha felicitado», relataba sobre los hijos de Lequio.

«Yo no soy una desgraciada, yo soy una afortunada. Me quité de lo que me tenía que quitar. Tengo una niña que me ha aprobado todo con unas notas excelentes. Tengo una pareja que parece que me la ha puesto dios en el camino. Tengo mi trabajo y lo peor que yo tenía, lo malo en lo que estaba metida, salí. Así que no soy una desgraciada, soy una mujer afortunada», alegaba.

Vía | Telecinco

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