Anabel Pantoja se hace la tonta, o la importante, tras su boda en La Graciosa

Anabel Pantoja se hace la tonta, o la importante, tras su boda en La Graciosa

Escrito por: dlopez    3 octubre 2021    2 minutos

Que Anabel Pantoja ha jugado siempre a hacerse la tonta, y dame pan, no es nuevo. Su actitud hacia su primo confirma que su juego no convence a nadie.

Que Anabel Pantoja ha jugado siempre a hacerse la tonta, y dame pan, no es nuevo. Su actitud hacia su primo confirma que su juego no convence a nadie. En ese bucle constante de no sé qué pasa o qué he hecho, ayer por la noche quedaba en evidencia por más que recibiera los vítores y las alabanzas de los que la dejan en ridículo cuando va a trabajar.

Kiko Rivera decidía volver a Cantora por el fallecimiento de su abuela (según algunos por indicación y consejo de Raquel Bollo). Prefirió no volver ya que había muerto su segunda madre. Irene Rosales, no nos cansaremos de decirlo: una gran señora, volvía con sus hijos para estar con Kiko.

Anabel dice no entender qué le pasa a su primo. Por si acaso, le explicamos que cuando se muere alguien que te ha criado lo normal es no irte a celebrarlo y coger una borrachera de espanto. «Él me dijo que si fuera él, no la hubiera celebrado. No me pidió que la atrasara. Irene me pidió perdón por no asistir, es un tema muy justificado. Te echo de menos, pero gracias por hacer el esfuerzo por venir» decía ayer con su continuo tono de reproche al que no pasa por su aro.

Remataba a su primo diciendo «Si una persona en el día más importante de su vida te llama para decirte que te quiere y te echa de menos y no obtienes respuesta… No he recibido nada. Deseo que esté bien y que se recupere». Y hasta aquí la parte de tonta.K Kiko Rivera subía a Instagram como reacción una imagen suya con su abuela y un corazón de luto.

Ahora le sale la rama Pantoja, la que usa cuando quiere, para indicar que el SEPRONA se encargó de desmontar la carpa que habían montado para ocultar la celebración de su boda. «Lo han hecho para fastidiarlo» decía. No por proteger el parque natural o el entorno, que quedó lleno de una basura que no va a recoger, sino por fastidiarla. Ni la reina de Inglaterra.

En fin, ahora llegarán los trinques, los comentarios, los dimes y diretes y el cobrar 600 euros por ir a merendar. A quien Dios se la de, San Pedro se la bendiga, pero tanto va al cántaro a la fuente…

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