Anabel Pantoja, entre la espantada y la masacre emocional
Anabel Pantoja hizo ayer un amago de espantada porque no le gustaba la escaleta del programa. Luego se sometió a psicoanálisis y terminó como siempre. A la joven se le anunciaba que se había llamado a la familia de su novio para preguntarle sobre su relación sentimental.
Entró en brote, y comentó que «No son famosos, son anónimos y a la familia de mi novio no se le toca», decía la colaboradora, que acababa por ‘brotar’ contra el equipo por buscar «nieve» donde no la hay: «¿Hay alguna llamada más o es algo que queréis cebar para tocarme a mí el clarinete? Si esto es para tocarme el clarinete participo pero como no lo haya, es hacer daño innecesario».
«Ya te has pasado ¿De qué me vais a proteger? ¿Yo trafico? ¿Cometo delitos?. ¡Se acabó! Esto no me compensa, gracias por el trabajo.Es su juego para sacarme de quicio, pero a mí no me sacan de quicio, la que se voy soy yo» indicaba. Jorge Javier Vázquez, que aclaró que eran las 16:45 y que no entraba hasta las 17 horas, recondujo la situación para que Anabel se convirtiera en la diana de todos los dardos del programa.
Cristina Soria analizó su cara mientras hablaba con Belén Esteban, se enfrentó a Canales Rivera por el comentario que hiciera el diestro al verla en la nieve y todo terminó como siempre. Al fin y al cabo, es el nuevo bufón del presentador que pregunta si la presidenta de la comunidad donde vive es así o se lo hace. Hasta la fecha, seguimos sin tener constancia de que ninguna feminista subvencionada haya hecho algún comentario al respecto de esa pregunta o del trato que se le da a Anabel en el programa. No hay nada como ser una mujer de derechas para que los comunistas de salón quemen su frustración a base de insultos velados.
Comentarios cerrados