Anabel Pantoja y su embarazo fantasma
Anabel Pantoja se convertía ayer en protagonista de Sálvame gracias a las dudas que generaban una foto subida por su pareja. Al final, todo quedó en nada. Quizá te sorprendas al leer semejante información si viste el programa, pero es que la historieta siguió en Instagram a partir de las nueve de la noche.
Recapitulemos. El domingo, Omar Sánchez, novio de Anabel, subía a Instagram una imagen en la que se le podía ver acariciando la barriga de Anabel.
La joven se explicaba por la tarde indicando que era un simbólico gesto contra la gordofobia imperante y que a Omar le gusta ella con sus curvas. Hasta aquí, todo perfecto. Lo malo llegó cuando Carlota Corredera, cada día menos Rottenmeier y redicha, le preguntaba si usaba algún método anticonceptivo para evitar quedarse embarazada. Sin responder, vino a decir que se había abonado a la marcha atrás. El famoso «antes de llover chispea» se hizo tan presente como la duda.
Anabel decidía hacerse un test de embarazo en directo, el tercero ya, y el resultado fue positivo. Ella pensaba que lo habían trucado (¿alguien duda de que en cualquier estudio de televisión hay orina de embarazada?), pero el test no podía ser más concluyente. Las felicitaciones, los llantos y la cara de palo de la afortunada fueron el punto final al programa.
Ella, al llegar a su casa, decide irse a una farmacia a comprar otro test más fiable y sube la prueba a Instagram en la que se confirma que no está embarazada. Lo raro es que un test sí detecte la hormona del embarazo y el otro no. ¿No será ella la que ha trucado el test con su amiga? ¿Por qué decía al principio de la tarde que no iba a hablar del tema hasta que pudiera? ¿No será que mañana sale en portada de una revista confirmando su estado de buena esperanza? ¿Por qué comentaba que su familia no sabía nada y que no iba a enterarse en directo? Demasiadas preguntas, si tienes respuesta para alguna no dudes en enviárnosla.
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