La llegada de Alejandro Albalá y el amor del maestro Joao fueron los dos ejes narrativos sobre los que giró la gala de ayer. Al primero lo sentaron en una especie de trono con unas palmeras al que se accedía a través de un "churritúnel" no sabemos demasiado bien por qué. La sorpresa de los concursantes fue minúscula ya que, todo sea dicho, nadie entendía qué pintaba allí el antedicho.
La actriz se encuentra en plena batalla por la custodia de sus hijos por lo que no puede viajar como antaño. Conoce los detalles a continuación. Jolie estaría "furiosa" ya que no entiende cómo es posible que se le haya prohibido viajar con su descendencia hace dos años y que la situación siga siendo la misma.
Luismi, más conocido como "El niño", es la pareja del maestro Joao y en un periodo de seis horas pasó de ser anónimo a convertirse en personaje. Todo comenzó por la tarde cuando "una confidente", que resultó ser Chiqui la exconcursante de Gran Hermano, comentaba que la pareja se conoció hace cuatro años y que ambos están juntos desde hace cuatro años.
Gustavo González no se sentía muy cómodo al tener que contemplar imágenes del pasado de María Lapiedra en Sálvame diario. El programa de las tardes de Telecinco ha recibido un vídeo en el que se ve a María y a Tony Rodríguez, conocido por ser el chico que estuvo con Chabelita en un hotel de Jerez de la Frontera, en una noche de fiesta.
Aunque ya fue confirmado como el primer concursante de 2019, es más que probable que Albalá entre mañana mismo en Supervivientes. Nos basamos en varios aspectos de vital importancia para llegar a esta conclusión. El más evidente es que es un colaborador mucho más sólido que Alberto Isla por lo que no sería positivo que le quitara protagonismo.
Miriam Saavedra comentaba ayer, entre lágrimas, cómo fue su relación con Carlos Lozano. Todo parece indicar que se les acabó el amor. Si en el pasado Sábado Deluxe indicaba que había tenido relaciones con su expareja en una visita que ella le hizo al perro que tenía en común con el antedicho, lo de ayer fue para la historia.
A Jada Pinkett Smith, de 46 años, le encantan los turbantes, pero la actriz ha revelado que no solo los usa como un complemento de moda. "Muchísima gente me ha preguntado por qué llevo turbantes", explicaba en Facebook y respondía: "Bueno, no he hablado sobre esto. No es fácil contarlo, pero lo voy a contar".