Soraya Sáenz de Santamaría una mala malísima en Elle
La portavoz en el Congreso de los Diputados del Partido Popular, Soraya Sáez de Santamaría, ha concedido una entrevista a la revista «ELLE» dónde repite sesión de fotografías, aunque nada similares a las que protagonizó en aquel famoso reportaje en el magazine «El Mundo» donde la llamaron de todo menos bonita, y eso que solo enseñaba los tobillos en una actitud sensual.
Ajena a cualquier escándalo, que de seguro generará nuevamente, esta portada y fotografías en la revista de moda «Elle», Santamaría lo deja bien claro, hay otras cosas más importantes que resolver en España, que no estar criticando y opinando.
Directamente en una entrevista, político-personal, la ministra portavoz del PP, se siente muy identificada con su colega, la Ministra de defensa, Carmen Chacón a la que defiende, tras aquellos comentarios generado sobre el famoso smoking que llevó en la celebración de la Pascua Militar.
Algo por el que poco más le hacen un consejo de guerra y con la que comparte multitud de opiniones acerca de las tonterías que tienen que aguantar las mujeres que se meten en política y asegurando llevan muchas «milis juntas» desde que ambas sostienen los cargos actuales.
Y como punto a resaltar de esta entrevista, es que Soraya Sáenz de Santamaría, se confiesa «mala«. Y no sólo se confiesa mala, sino que se siente totalmente cómoda en ese papel, ya que le sale de forma «natural». La portavoz del PP en el Congreso asegura que se inspira en las malas de esos cuentos de antaño y además le gusta ese papel.
Mujer fuerte y sin nada que le haga llorar fácilmente, es una adicta a los museos, a la fotografía y a la cantante británica Amy Winehouse. Encantada con su marido Iván, es quien mayormente se encarga de las tareas del hogar, con lo cual se considera una afortunada.
Ahora, de nuevo la polémica está servida a nivel político nacional, y el debate igualmente dará que hablar, y es que aquí todavía no estamos preparados como para que nuestras políticas o ministras, protagonicen portadas de revistas, como sucede en otros países. Véase el caso de la primera dama en EE.UU, Michelle Obama que allí, al contrario que aquí es casi una cuestión de estado.
Vía | LaVanguardia