Lindsay Lohan, acusada de robo de joyas
Lindsay Lohan volverá a pasar por los tribunales para aclarar la acusación por la que se le ha denunciado. El robo de un colgante de 2.500 dólares ha sido suficiente para que sea denunciada. La joyería de Venice Beach (California) de la que se lo llevó no dudó en interponer la denuncia aunque la actriz ya se ha encargado de negar los hechos. Acaba de declarar que lo único que quiere la dueña de la joyería es fama y que ella es «un blanco fácil» para la prensa y para todo el mundo.
Según TMZ, Lohan ya ha dicho que «Para todo el mundo es muy fácil acusarme, saben que estoy en una posición poco favorable y todo lo que digan va a ser considerado como cierto. Esto no lo es». Debemos reconocer que Lohan tiene derecho a defenderse por lo que también debemos exponer su opinión sobre este nuevo laberinto al que se enfrenta la actriz.
«Lo que quiere la dueña de la joyería es montar un escándalo a mi costa. No he robado nada. Ella misma me prestó la joya para un evento y se la he devuelto. Buscar publicidad gratuita a mi costa es algo completamente normal en los últimos tiempos». A pesar de todo esto, Lindsay sabe que, por sus antecedentes, todo puede acabar bastante mal para ella. Si en el juicio saliera como culpable podría volver a la cárcel y su vida profesional volvería a frenarse.
En 2010 la actriz sólo estrenó Machete y fue despedida de varias películas. De momento no se conoce ningún tipo de proyecto profesional y es más que probable que el primer semestre de 2011 siga en las mismas. Lohan debería hacer algo definitivo para ser considerada una actriz y volver a trabajar cuanto antes. Desde aquí sólo esperamos que este caso se aclare y que la artista tenga a bien emprender un nuevo camino hacia el éxito profesional o, cuando menos, hacia su propia estabilidad. Suerte.