Gran Hermano 16, primeras impresiones de los concursantes
Debemos reconocer que tras dieciséis ediciones es muy complicado ofrecerles a los espectadores algo distinto. Los gestores de GH 16 han intentado crear una serie de enredos y secretos que se parecen más a una serie de los setenta de la BBC que a un reality pero todo sea por la causa: estirar el chicle todo lo posible.
Y que conste que el casting de este año es bastante variado. Exceptuando a algunas concursantes que dicen tener menos de cuarenta, en cada pata, se pudo ver lo de siempre pero con ciertas excepciones. Lo del «chino único» no lo vamos a calificar para evitar un conflicto internacional, tampoco lo haremos al hablar de la fisioterapeuta que quiere demostrar que «por ser guapa no significa que sea tonta», una pena de lo de su abuela.
Como suele ser habitual en estos casos tenemos a la curiosa Amanda, que ya tiene todas las papeletas para ser la primera en volver a su Málaga natal, a una equilibrista, a un trabajador de un fast food, a una mujer con una hija que apunta maneras-más que nada porque no habla y estas son las que llegan a la final-, a una madre con su hijo, a una chica con su perrito y luego, para completar, a los típicos guaperas por aquello de «los sectores de población a los que va dirigido el concurso».
Sí señores, nada nuevo bajo el sol salvo el trabajo intenso de guionistas, realizadores, presentadores y diseñadores que darán una vez más el cien por cien por ofrecernos el mejor espectáculo posible. La fiesta empieza. Aquí estaremos para comentarla.
Vía | Telecinco
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