Cory Monteith tuvo problemas con las drogas

El protagonista de la serie Glee, Cory Monteith confiesa en la revista Parade que tuvo serios problemas de adicción a las drogas que comenzaron a una temprana edad. El actor está lejos de considerarse un modelo como lo es Finn Hudson cada semana en el show de Fox. «No soy Finn Hudson», asegura en esta entrevista que aparecerá el domingo.

«Soy afortunado en muchos sentidos», asegura, el actor, de 29 años. «Soy afortunado por estar vivo». Sus padres se divorciaban cuando él tenía siete años y a los trece, se escapaba del colegio, bebía, fumaba porros y a los 16, estaba fuera de control.

Por supuesto, pasó de los porros a drogas más duras: «cualquier cosa y todo», dice. «Tanto como fuera posible. Tenía un gran problema», cuenta. Su madre y algunos amigos intentaron ayudarle y a los 19 años entró en rehabilitación. «Lo hice una temporada, pero después volví a las andadas», recuerda.

El cambio de vida vino de manera inesperada: «robe una cantidad de dinero grande a un miembro de mi familia», confiesa. «Supe que me iban a pillar, pero estaba tan desesperado que no me importó», explica. Acusado de robo, él confesó: «fue la primera cosa de verdad que salía de mi boca en años».

El familiar le dio un ultimatum o salir de la drogas o enfrentarse a cargos por robo. «Luché contra mí mismo. Dije: «voy a mirar mi vida y a descubrir por qué hago esto», asegura. Acabó en un centro en Canadá donde pudo desintoxicarse y comenzó a tomar clases de actuación.

«No quiero que los chicos piensen que está bien dejar el colegio y colocarse y que serán actores famosos, también… Pero aquella gente que podría dejarlo: sed realistas sobre lo que queréis y perseguidlo», aconsejaba. Un testimonio sin duda valiente.

Vía | People

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